En ese momento, su boca estuvo sobre la mía y no pude evitarle. No sólo porque era miles de veces más fuerte que yo, sino porque mi voluntad quedó reducida a polvo en cuanto se encontraron nuestros labios. Este beso no fue tan cuidadoso como los otros que yo recordaba, lo cual me venía la mar de bien. Si luego iba a tener que pagar un precio por él, lo menos que podía hacer era sacarle todo el juego posible. Así que le devolví el beso con el corazón latiéndome a un ritmo irregular, desbocado, mientras mi respiración se transformaba en un jadeo frenético y mis manos se movían avariciosas por su rostro.
Luna Nueva ~ Stephenie Meyer
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Que bonito es este libro, me hace una lagrimilla.
ResponderEliminar¬¬' Tristeeee!
No sabes ni la mitad de cosas q pasan x mi cabeza asi q no sabes si es para matarme o no...
ResponderEliminarAdemás, acuerdate de el año pasado mona.. ejem.