La real academia describe la palabra imposible como algo que no tiene ni facultad ni medios para llegar a ser o a suceder... y define improvable, como algo inverosimil que no se funde en una razon prudente. La improvabilidad duele menos y deja un resquicio de esperanza a la etica.
Que David ganara a Goliat, era improvable... pero sucedió.
Un afroamericano habitando en la casa blanca era improvable... pero sucedió.
Que los balon rojo volvieran a tocar juntos era impredecible... pero sucedió.
Nadal desvancando del numero 1 a Federer.
Una periodista convertida en princesa.
El 12-1 contra Malta.
El amor, las relaciones, los sentimientos, no se funden en una razon prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, si no de amores impredecibles...
Los hombres de Paco
sábado, 30 de mayo de 2009
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