sábado, 21 de febrero de 2009


El cayó al suelo, sin que nadie pudiera hacer nada por ayudarle. Yo seguía paralizada, ya que ahora, todo tenía sentido. Su corazón y el mio, siempre habían sido uno. La unión de dos personas, compartiendo algo, que tan solo una debía tener. Nunca antes habíamos podido sentir eso, ya que todavía no habíamos estado preparados, pero fue aquel dia, aquella fecha, lo que hizo que todo esto empezara, y ahora no había vuelta atrás. Si lo hubiera sabido… si yo hubiera comprendido todo antes, todo habría sido mas fácil. El seguiría con su vida, conocería a alguien y sería feliz. Pero ahora… eso no podía ser asi. Todo era culpa mia, no podía dejar que muriera, ¡El no! Preferiría cualquier cosa antes de que la persona a la que amaba muriera, no podía permitirlo, tenia que haber alguna manera de evitarlo. No encontraba solución alguna, cuando llegó a mi la única manera de intentar salvarlo. Corrí como nunca antes lo había hecho, para llegar a el lo mas rápido posible, y me senté a su lado.
Con mis manos rodeé su cara cuidadosamente, observé cada rasgo de él e intenté mirar hacia atrás, recordando así cada día que habia pasado junto a él.
Di un salto al pasado, y recordé aquel dia tan señalado para nosotros, el dia en el que nuestras vidas se cruzaron.